Los
incentivos son instrumentos utilizados en todas las organizaciones
tanto
públicas como privadas, nos
permiten atraer, retener, motivar, y mejorar los resultados. Los
incentivos pueden ser positivos o negativos, financieros o no
financieros, tangibles o intangibles.
Cuando
hablamos de incentivos en el ámbito sanitario quizás deberíamos de
tener en cuenta las siguientes características:
-
La importancia de los profesionales en el ámbito sanitario, queda reflejada en el coste que los mismos suponen. Los gastos de personal suponen entre un 70% y 85% de los gastos totales en los que se incurre en el desarrollo de la actividad.
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El nivel de responsabilidad principalmente del personal sanitario
-
El nivel de exigencia en términos de calidad. La exigencia no solo viene establecida por el propio paciente si no también por la propia organización
-
El evolución de entorno, es decir, la crisis económica ha tenido como resultado una serie de medidas que han supuesto no solamente un merma a nivel económico (salario) de los profesionales. Adicionalmente, también se ha producido un aumento del nivel de actividad, exigencias y cumplimiento de unos estándares previamente definidos.
-
La comunicación interna de la organización a los profesionales adquiere una gran importancia y si realmente, si hace de forma correcta puede ser un elemento quizás no motivador pero al menos, determinadas decisiones no tendrían un efecto negativo en los profesionales.
Por
todo ello, quizás en el momento actual el definir un sistema de
incentivos adecuado a las necesidades y objetivos de los
profesionales y de la propia organización, adquiere una mayor
importancia que en ningún otro momento anterior. Solamente, mediante
la combinación adecuada de los diferentes tipos de objetivos sería
posible aumentar la motivación, implicación, compromiso de los
profesionales sanitarios. Aún cuando, destacamos que debido a la
actividad que desarrollan el compromiso con la misma es una
característica inherente a dichos profesionales, en menor o mayor
grado.
A
continuación, procedemos a definir este tipo de incentivos:
-
los incentivos
financieros
implican el pago de dinero a los trabajadores y son los pagos
monetarios vinculados a la consecución de determinados objetivos
previamente establecidos. Este tipo de incentivos, en si mismo son
insuficiente para retener y motivar el personal, aún cuando deben de
estar presentes. Para que este tipo de incentivos
tengan la finalidad que queremos conseguir, es necesario que sean:
objetivos claros; realistas; aplicables; bien diseñados en función
del objetivo final; justos; equitativos; transparentes y que puedan
ser medido. Aquello que no se mide no se puede valorar y por lo
tanto no se puede mejorar.
-
los incentivos no financieros no implican el pago de dinero a
los trabajadores pero si una mejora de las condiciones (no
económicas) en las que los profesionales desarrollan su actividad.
Destacamos dentro de este tipo de incentivos la carrera y desarrollo
profesional, una mejora de la formación permite a los profesionales
el desarrollo de su actividad con un mayor nivel de seguridad.
A
continuación, presentamos una tabla en la que se enumera los
diferentes tipo de incentivos.
Por
lo tanto, un sistema de incentivos eficaz en el ámbito sanitario
deberá de presentar las siguientes características; objetivos
claros, ser realista y factible, responder a las necesidades de los
profesionales, cumplir con el objetivo de la organización, deberá
de tener en cuenta las características del entorno (ámbito
sanitario), ser justo, equitativo, transparente, que se pueda medir
(es una característica fundamental) e incorporar tanto elementos
financieros como no financieros.
Un
sistema adecuado de incentivos nos permitirá como indicamos en el
primer párrafo atraer,
retener, motivar, y mejorar los resultados, pero
la cuestión es
¿suponen un mejora en la calidad de la asistencia sanitaria?
Para
ello nos remitimos a Coachrane Review No.CD008451:The effect of
financial incentives on the quality of health care provided by
primary care physicians, se trata de un estudio en el que se demostró
la existencia de efectos positivos en el nivel de calidad en la
asistencia sanitaria asociados a incentivos económicos que premian a
los médicos por su calidad y desempeño, aún asi la evidencia
obtenida en el estudio ha sido insuficiente para afirmarlo con
garantías.
Con
independencia de estudios que demuestren o no, que determinados
incentivos pueden suponer una mejora de calidad en la asistencia
sanitaria, si podemos afirmar un sistema de incentivos adecuados
permite mejorar el clima de trabajo y la implicación de los
profesionales, y por lo tanto el nivel de calidad de la asistencia
sanitaria mejora, aún cuando, no existan objetivos directos para la
mejora del nivel de calidad.
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