Los profesionales del ámbito sanitario están sometidos a
situaciones complicadas en su día a día en el trabajo. Estas situaciones, que
en definitiva demandan del profesional grandes niveles de exigencia tanto
física como mental, son capaces de causar estrés debido a la elevada carga de
trabajo y a la intensidad de algunas situaciones. Quizá la palabra clave sea “motivación”.
reflexionespositivas.blogs
La real academia, define motivar como “Dar causa o motivo para algo”. La motivación rodea nuestras vidas y es la causante de mucho de nuestros errores pero a su vez, también recompensas. El comportamiento humano generalmente obedece a la motivación. Un estímulo que crea una necesidad, deseo, tensión… generando una conducta en nuestro comportamiento. Yo creo que la motivación es magia, es lo que algunas personas denominamos “mariposas en el estómago”. La motivación está vinculada a la felicidad.
La real academia, define motivar como “Dar causa o motivo para algo”. La motivación rodea nuestras vidas y es la causante de mucho de nuestros errores pero a su vez, también recompensas. El comportamiento humano generalmente obedece a la motivación. Un estímulo que crea una necesidad, deseo, tensión… generando una conducta en nuestro comportamiento. Yo creo que la motivación es magia, es lo que algunas personas denominamos “mariposas en el estómago”. La motivación está vinculada a la felicidad.
En esta dirección que os indico "http://hospitaloptimista.org/inculcar-actitud-positiva-desde-gestion-sanitaria/ he encontrado una ayuda mediante algunas acciones que se pueden llevar a cabo desde
los puestos de responsabilidad y gestión sanitaria para que las personas
mantengan sus niveles de motivación, o crezcan y prevenir situaciones negativas
para su propia salud, os las describo resumidamente:
- Iniciar un cambio de actitud a nivel institucional para fomentar la apertura de ideas y propuestas de mejora continua. Pequeños detalles enfocados a impactar con emociones positivas a los colaboradores puede ser una medida positiva de inicio sobre la que construir un hábito saludable.
- Apostar por la conciliación. Puede ser que el sector sanitario quizá no permita altos niveles de flexibilidad, como muchos otros sectores pero, sin embargo, el reto es conseguir apoyar a las personas para que su desarrollo profesional no implique un perjuicio de su esfera personal. Lo cierto es que este tipo de medidas motivan, hacen sentir satisfacción y atraen al talento.
- Favorecer las buenas relaciones laborales con una comunicación corporativa transparente y una gestión sanitaria accesible. Fomentar la comunicación entre departamentos y/o servicios es una de las primeras bases imprescindibles para la gestión del conocimiento de una organización.
- Ofrecer el mejor entorno. Somos conocedores de que los espacios físicos impactan en las emociones y sentimientos de las personas. Diseñar un entorno lo más amable posible tanto para nuestros equipos como para los pacientes, beneficiará tanto la actitud positiva de los profesionales como la de los pacientes y sus familiares.
- Fomentar el espíritu de trabajo en equipo. Cada persona del equipo de trabajo ha de sentirse pieza fundamental del engranaje sanitario. ¿Cómo se consigue? Con un modelo de gestión sanitaria que se esfuerce porque todos los trabajadores sean conscientes de su contribución a la misión organizacional, generando así un sentimiento de pertenencia al equipo y de contribución al mismo.
Continúa dicho artículo señalando que "lo cierto es que uno de los sectores que más impacto tienen
en la sociedad es la sanidad. Por ello, parece sencillo pensar que si desde la
gestión sanitaria, se empieza a crear una tendencia instaurando
una cultura corporativa fuerte y arraigada que contemple el lado humano positivo y lo
desarrolle dando un papel a muchos profesionales de algo más allá que solo el
cumplimiento de tareas estaríamos ante una oportunidad de cambiar muchas
mentalidades.
Una creencia muy potenciadora en ese sentido es trabajar con
los equipos desde la perspectiva de que la labor del sanitario no reside
únicamente en curar y evitar enfermedades, si no en ayudar a los pacientes a afrontar las mismas con actitud positiva,
trabajando en equipo por conseguir el máximo bienestar para cada caso en
particular. Con lo cual no parece una tontería pensar que si la gestión
sanitaria genera una actitud positiva a su equipo, el equipo lo contagia al
paciente."
Desarrollar
estrategias que generen movimiento
en positivo e ilusionen a
los profesionales de la salud nos brindarían de grandes beneficios. Potenciar proyectos e ideas, dejando a las personas evolucionar, aprender y equivocarse, sería mucho más beneficioso
para el sistema sanitario.
¿Qué piensas al respecto? ¿Cuál es tú opinión?
Yo no
pertenezco al grupo de profesionales que trabajan en gestión sanitaria (aunque
estoy “a la vera de ellos”) y por tanto, este post es una opinión personal que
seguro tendrá muchos aspectos que debatir. Por ese motivo estamos aquí,
debatir, compartir, aprender…
Me ha gustado mucho y estoy muy de acuerdo con el planteamiento de la entrada.
ResponderEliminarCreo que hay que ser positivos y desde los puestos de gestión debemos "guiar" a los que nos rodean en esa línea.
Somos centro de influencia, y si nosotros mismos nos mostramos ante determinadas situaciones de forma negativa o poco flexibles será lo que estemos motivando, y por ende, recogiendo en los demás.