lunes, 10 de abril de 2017

Big Data: ¿cuestión de moda?

Datos, datos, datos y más datos. Todo se basa en la obtención de datos y la búsqueda de información lo más rápida y fiable posible. No cabe la menor duda de la gran importancia que supone tener información real en la toma de decisiones.

Desde hace ya varios años, cada vez se escucha más hablar del Big Data. Este término se basa en la utilización de gran número de datos, tanto estructurados como no estructurados, sacados de los pacientes, clínicas, hospitales, redes sociales y que después son transformados para utilizarlos. Los datos estructurados son aquellos que pueden ser almacenados, consultados y explotados por máquinas; y los no estructurados son las recetas de papel, incidencias médicas y de enfermería, radiografía, resonancias o cualquier prueba de imagen…

El Kinsey Global Institute realizó un estudio en 2011 donde estimó que el uso del Big Data en salud podía suponer un beneficio de 250.000 millones de euros en los sistemas de salud públicos en Europa y de 300.000 millones de dólares en Estados Unidos. Cifras considerables ¿verdad? La mayor parte de este beneficio proviene del ahorro que supondría la mejora de la salud gracias al conocimiento generado con el análisis de estos datos.

Otro importante informe sobre este tema es el Big Data in digital health, que similar al anterior, calcula un ahorro de entre 300 y 500 millones de dólares basado principalmente en la mejora de la coordinación de la atención al ciudadano, la lucha contra el fraude y los abusos, y la reducción de ineficiencias administrativas y clínicas. Las conclusiones se basan en los siguientes aspectos:
  • Transformación de datos en información
  • Apoyo al autocuidado de las personas
  • Respaldo a los proveedores de cuidados médicos
  • Aumento del conocimiento y la concienciación del estado de salud
  • Agrupamiento de los datos para expandir el ecosistema

Suena todo a utopía...Si llegara a ser cierto todo lo que estos estudios exponen, podremos adelantarnos a epidemias gripales y dotar recursos de forma mucho más efectiva y a tiempo real; conocer efectos secundarios de medicamentos al cruzar datos, que de otra forma podríamos tardar años en detectar evitando así penosas consecuencias; a nivel de investigación, se abre un mundo de posibilidades donde los tratamientos se ajustan de forma personalizada y al momento según la respuesta del paciente, e incluso desde su domicilio lo que puede suponer un ahorro en costes descomunal.

Pero claro, todo tiene una cara y una cruz. Hablamos de datos muy sensibles y de gran valor. Se plantea en algunos artículos o foros, que puede hacerse un uso con fines comerciales y políticos (aquí) ¿Os imagináis que vuestro banco o aseguradora conozca las posibilidades de que padezcas Alzheimer a la hora de gestionarte productos financieros? Eso sí da un poco de respeto…


Desde mi punto de vista, y claro está, bien legislado como cualquier dato sensible, el big data abre un mundo nuevo de posibilidades que bien utilizado puede dar grandes frutos tanto en la sanidad pública como privada, y sobre todo, en la investigación de enfermedades con gran impacto epidemiológico. ¿Será la revolución de los datos masivos una nueva moda o ha llegado para quedarse? 

1 comentario:

  1. http://elpais.com/elpais/2016/10/31/talento_digital/1477944688_812805.html
    Te dejo este enlace. Por suerte, y me siento orgulloso de conocerlo, porque es de mi pueblo, Francisco Martín es pionera en temas de inteligencia artificial, aplicaciones informáticas que predicen el futuro. He tenido algunas conversaciones con él y no dejo de tener mis dudas sobre la capacidad de predicción real que pueda tener una "máquina".
    Está claro que se pueden predecir muchas cosas, en cambio otras...
    Bueno, aunque tenga mis dudas sobre que sea posible o no en el momento actual, está claro que hace 50 años era algo impensable y que en el futuro todo puede ser posible. Esto llega para quedarse.

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