¿Es
necesaria la profesionalización de la gestión?
En
la última visita a la Escuela Andaluza de Salud Pública, surgió en
varias ocasiones esta pregunta.
Tanto
en un desayuno informal, como ya posteriormente en clase, se sacó el
tema a la palestra.
En
esta entrada me gustaría exponer mi opinión ya que es un tema que
considero bastante importante. Es algo a tener en cuenta y sobre lo
que se debe meditar para saber hacia dónde queremos ir, cuál es el
tipo de organización que queremos construir y qué tipo de
directivos buscar.
Lo
primero a tener en cuenta, y como bien comentó Tomas Urda durante la
mesa redonda, es definir qué entendemos realmente por
“profesionalización”. Buscando su significado literal en el
Diccionario de la Real Academia Española, es “ la
acción y efecto de profesionalizar” (no dice
mucho…) Ahondando un poco más, la profesionalización se
considera el “proceso social por el cual se mejoran las habilidades
de una persona para hacerla competitiva en términos de su profesión
u oficio”- esta ya me gusta más. Esta definición habla de proceso
y de habilidades. Aunque yo iría más allá…
Desde
mi punto de vista, por profesionalización entiendo el proceso por el
que se adquieren una serie de conocimientos, habilidades y
competencias que habilitan para el desempeño de un trabajo. El quid
de la cuestión es ¿como se miden esos conocimientos, habilidades y
competencias? ¿sólo por titulación académica? ¿un máster?
¿experiencia laboral?
Desde
muy jovencita me interesa el mundo de la gestión. Estudié
enfermería por vocación, y ya a mis veintipocos años quería ser
parte proactiva de la organización, ser constructiva ante aspectos
que no me gustaban y consideraba que debían ser diferentes. Esto me
llevó a estudiar, ¡y mucho! A prepararme para el día de mañana
poder ser parte decisora de todo aquello que quería cambiar. Buscaba
mi profesionalización de la gestión. Aun la busco.
A
pesar de ser licenciada en Administración y Dirección de Empresas,
entiendo que un título no es lo único que te habilita a dedicarte a
ello. Creo que es posible adquirir esos conocimientos a otro nivel
formativo; pero eso sí, siempre con formación. Un buen gestor puede
ser un clínico (médico o enfermero) o un economista, el “hábito
no hace al monje”, e independientemente cual sea tu profesión
“base” se pueden tener cualidades excelentes para desempeñar un
puesto de responsabilidad. Lo importante es querer mejorar y aportar
a la organización.
Otro
punto de debate interesante y que ha estado últimamente en las
noticias (aquí
y aquí),
es la imposibilidad por imperativo legal de un enfermero a ser
Director de una Unidad de Gestión.
El
tema ha generado controversia, incluso encuestas online (aquí),
que por cierto, caen a favor del diplomado. En mi opinión y haciendo
alusión a todo lo comentado antes, no por ser enfermero se está
menos capacitado para tal fin, partiendo de la base que tanto uno
(médico) como otro (enfermero) deben realizar una formación
específica complementando a la propia clínica. Todo lo demás es
lucha de poder y no capacitación propiamente dicha. Ahí lo dejo
para otro post, que da para mucho...
En
definitiva, profesionalización sí, pero desde la perspectiva de la
formación, no de la categoría profesional.
Muy interesante tu opinión y buena elección del tema. Es un tema que encontramos, efectivamente, en debates formales y también en círculos de profesionales sanitarios más informales.
ResponderEliminarCuando llegué al XXI Diploma de Especialización en Gestión Sanitaria pensé, igual que Álvaro Porteros Bolaños explica en su blog, que aquel lugar no era el mío. Todos tenían (excepto él y yo) un cargo de responsabilidad. Sin embargo, a los pocos minutos nos ofrecieron presentarnos y argumentar los motivos por los que estábamos allí, concretamente en esa acción formativa.
Cuál fue mi asombro cuando la mayoría expuso que no tenía formación cuando empezaron en el cargo y que recurrían en numerosas ocasiones a la "gestión intuitiva".
Esto no debería ocurrir. Llámalo profesionalización o de cualquier otro modo pero no debería ser habitual. Que partas de una base limitada y sustentes la experiencia con formación me parece adecuado y razonable pero se debería partir de unos conocimientos mínimos exigibles para conseguir un puesto de responsabilidad que repercuta en mayor o menor medida en el sistema sanitario público.
Respecto a la otra polémica sobre la capacitación de un enfermero para la dirección de una Unidad de Gestión Clínica me remito a la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias, título I: Del ejercicio de las profesiones sanitarias, Articulo 4. Principios generales, punto 3.
"Los profesionales sanitarios desarrollan, entre otras, funciones en los ámbitos asistencial, investigador, docente, de gestión clínica, de prevención y de información y educación sanitaria".
Los enfermeros somos profesionales sanitario y dentro de las funciones está la "gestión clínica".
Sin mas que añadir.
Eloísa Fernández Fernández
He leído detenidamente tú articulo; mi opinión es que la profesionalización de la Gestión no siempre tiene que ser necesaria aunque estoy de acuerdo que debe haber unos mínimos. Por eso mi empresa me ha facilitado hacer el Diploma en Gestión.
ResponderEliminarEl otro tema..... la imposibilidad de las enfermeras ser Directores o Directoras de un UGC.TRANQUILIDAD. y TRABAJO.Besos
Totalmente de acuerdo con el articulo. Las UGC sin directivos formados y con competencias para liderar, no pueden avanzar.
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