“El médico que no sabe más que medicina, ten por cierto que ni medicina sabe”. Esa es la cita de José de Letamendi con la que el Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Antonio Montaño, acaba su presentación sobre “Medicina basada en la evidencia, efectividad clínica… ¿y algo más? La visión de un clínico”, del Diploma de Gestión. Hace unas semanas, veía en las noticias de la tele que una médica española había obtenido el premio 'Doctor 5 Stars'. Sus pacientes decían de ella que es “simpática y cariñosa”. Se me vino a la memoria la clase la fotografía de la consulta de este médico de familia del Distrito Sanitario de Sevilla. Mentalmente establecí un paralelismo entre estos dos profesionales sanitarios que gozan de un prestigio y reconocimiento social. Para ellos las personas son lo primero.
La mejor médica de Europa y el médico conversador
La doctora Verónica Casado ha sido designada la mejor médico de Europa. Presta sus servicios en un centro de salud de Valladolid. Tras treinta años en atención primaria, afirma que se ha convertido en un “director de orquesta: hay muchas pacientes con varias enfermedades y tiene que haber alguien que concilie todo lo que les está pasando”. Atención integral, personalizada, buena comunicadora, fomentadora de una relación de confianza con estamentos y pacientes y promotora de hábitos de salud pública. Esos son los elementos que le han llevado a dicho reconocimiento y que posiblemente desemboquen en ser designada como mejor médica mundial de familia el año que viene.
La consulta del doctor Montañés asemeja a la de un confesor. La mesa está pegada a la pared y delante de ella se sitúan dos sillas, frente a frente. Una para él, la otra para el paciente. En la pared cuelgan carteles que invitan al paciente a reflexionar: “¿Cree que necesita una radiografía o un resonancia? Vamos a pensarlo bien” y ¿Cree que necesita un antibiótico? Vamos a pensarlo bien”. Es lo que él denomina “Medicina reflexiva. La medicina al servicio de las personas”. Cara a cara, Antonio incita a sus usuarios a cuestionarse y meditar todo aquello que implica un tratamiento. A hacer el balance desde el punto de vista sanitario, y tambíen desde un punto de vista personal con todo lo que ello conlleva.
Adecuación Clínica = B - (D+C+I)
Para ambos el paciente es una persona en quien concentran todo su esfuerzo profesional y humano. No es sólo un usuario. La salud no es el fin último de la vida, sino un bien instrumental para la misma. La doctora Casado considera que ella se siente parte de sus pacientes, “cualquier cosa que les pasa, a mí me duele”, afirma. La clave se halla en que la intervención clínica sea adecuada. Que se ponderen todos los factores que están en juego. Para su consecución, el resultado obtenido de la diferencia entre, por un lado, beneficios y, por otro, daños, inconvenientes y costes, ha de ser positivo. Saldo favorable para el paciente.
Verónica y Antonio no se apellidan Copperfield. No tienen una varita mágica. Diariamente se encuentran con barreras. Los recursos son limitados. Con pacientes cada cual de su padre y de su madre, con principios y valores variopintos. Pero ahí están ellos. Cargados de ilusión y empatía. Humanizando al paciente y ejerciendo como médicos y amigos. Y haciéndose parte de ellos. Durante unos minutos, como en la película “Ghost” atraviesan sus cuerpos para luego tomar conjuntamente una adecuada decisión. Pensando en la Vida del usuario, no sólo en su salud.
Se produce un espacio de encuentro entre médico y paciente. Un ejercicio de empatía mutuo y recíproco. El/La médico se sienta junto a su paciente y analiza su situación con detenimiento. Hasta aquí puede que haya poca novedad. Pero lo realmente innovador es que el/la paciente se ubica en el mismo espacio de su médico. El sujeto pasivo adquiere roles de sujeto activo. El éxito está en que cojuntamente se produce un proceso de toma de deciciones con factores personales, profesionales y humanos que hace grande la atención primaria. Médico y paciente trantan de posicionarse en lugar del otro para acertar en un tratamiento adecuado.
Se produce un espacio de encuentro entre médico y paciente. Un ejercicio de empatía mutuo y recíproco. El/La médico se sienta junto a su paciente y analiza su situación con detenimiento. Hasta aquí puede que haya poca novedad. Pero lo realmente innovador es que el/la paciente se ubica en el mismo espacio de su médico. El sujeto pasivo adquiere roles de sujeto activo. El éxito está en que cojuntamente se produce un proceso de toma de deciciones con factores personales, profesionales y humanos que hace grande la atención primaria. Médico y paciente trantan de posicionarse en lugar del otro para acertar en un tratamiento adecuado.
(Fotos: www.bcongresos.com y www.elconfidencial.com)
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