viernes, 10 de marzo de 2017

LAS ESCUELAS Y LA DESCENTRALIZACIÓN

Contamos con diecisiete autonomías, diecisiete sistemas sanitarios y unas cuántas escuelas de salud pública. ¿Tiene sentido la Escuela Nacional de Sanidad (ENS)? Habré escuchado la esta reflexión acerca de la multiplicidad institucional en todos los ámbitos y en muchísimas ocasiones. Me aborda la curiosidad y tomo prestado el lema kantiano que el Profesor Lluch utilizó durante su rectorado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo: “Sapere aude! Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento”. Precisamente, el ministro creador de la Ley General de Sanidad. La  norma impulsora de la descentralización de la sanidad que permitió a las autonomías organizar y desarrollar sus servicios sanitarios públicos. Cesiones que provocan el adelgazamiento los organismo nacionales y una oportunidad de crecimiento para los autonómicos.

Las escuelas: ENS y EASP
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero ayudan a comprender la realidad. La ENS cuenta con una larga trayectoria. Se fundó en 1924 y está especializada en la formación de postgrado y continuada en el ámbito de la salud pública, la administración y gestión sanitaria, la salud internacional y la gestión de la investigación. Sesenta y un años después vio la luz la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), con una misión formadora, investigadora y consultora “para la mejora de la salud y el bienestar y la gestión de los servicios sociales y sanitarios”. Mientras que la ENS ha ido disminuyendo su ámbito de intervención, la EASP ha aumentado exponencialmente sus ámbitos de intervención y sus competencias. Un ejemplo palpable del proceso de descentralización del modelo territorial español.


La Teoría de la Evolución Condicionada de la Vida considera que la evolución de las especies se debe a un mecanismo interno de mejora que poseen los seres vivos y que se transmite a la descendencia. Quizás ello explique el tiempo que tardaron las escuelas en establecer una formación colaborativa con el ámbito universitario. Llama poderosamente la atención que hasta 2011, prácticamente ayer, en la ENS no se produjeron las primeras promociones Universidad del Máster Universitario en Salud Pública y del Máster en Dirección y Gestión de la I+D+i en Ciencias de la Salud. La EASP tan sólo tardó tres años, desde su creación, en acordar con la Universidad de Granada el reconocimiento de cursos Máster y Expertos impartidos en la misma. Aumentando paulatinamente el número de instituciones y universidades que mantienen también convenios de colaboración.


Los datos, 2011-2015
Los datos dan buena cuenta de esas divergencias. La EASP ha contado con 62.557 alumnos más que la ENS, de 2011 a 2015. Las estadísticas ofrecidas por ambas escuelas en sus memorias anuales hablan claro. La diferencia de actividad formadora y público entre ambas instituciones es abismal. La máxima diferencia se produjo en 2015, donde la nacional sólo contó con 532 alumnos, frente a los 21.378 de la andaluza.


La escuela andaluza ha impartido casi un 66 por ciento más  horas lectivas que la nacional. En el mismo lustro, la ENS ha impartido 24.231 horas lectivas, mientras que la EASP totaliza un total de  71.046 horas.


Y es que las acciones formativas marcan la diferencia. La ENS imparte anualmente medio centenar de acciones formativas (entre másteres, diplomas y cursos cortos). La escuela andaluza imparte entre seis y siete veces más.  El punto de inflexión fue 2010, cuando la escuela andaluza implantó la formación virtual de su actividad y los cursos descentralizados. Ajustándose a la realidad, a la demanda y las circunstancias imperantes de una sociedad cada vez más intercomunicada e inmediata.

Fue Miguel de Unamuno quien dijo que “el progreso consiste en renovarse”. Los datos dicen que la ENS parece estar, cuanto menos, anclada en el pasado, como si de una foto fija se tratase. O cambia o la realidad la hará cambiar o desaparecer. La Escuela Andaluza de Salud Pública ha sabido adaptarse al presente y mirar más allá. En materia de salud, la innovación es la clave del conocimiento. Siga esta senda hacia el futuro.

1 comentario:

  1. Pienso que la descentralización de determinadas materias o campos, como la sanidad o la educación, es buena para la gestión. Sin embargo, debemos pararnos a pensar si se está haciendo bien, en ocasiones se pretende descentralizar y finalmente lo que se consigue es duplicar, o sea, se crea un nuevo organismo que va a realizar las mismas funciones que ya está haciendo otro similar con la consiguiente problemática que ello acarrea, en cuanto a competencias o responsabilidades se refiere, o incluso a incremento de costes.
    En el caso que tú expones, el alumno superó a maestro viendo los números de una y otra escuela. Por los datos parece que sí, la ENS está más anclada en el pasado.

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